lunes, 5 de enero de 2015

Por la liberación de Mahmud El Haisan, periodista saharaui encarcelado por Marruecos por ejercer su labor de informar


*Por: Pepe Oropesa Rodríguez, periodista
Pronto cumplirá su primer mes de pena oficial y el sexto desde que fue detenido el pasado 4 de julio de 2014. Es Mahmud El Haisan, arrestado por elaborar un reportaje, que emitió RASD TV, en el que se mostraba a los saharauis celebrando en las calles de El Aaiún (Sáhara Occidental ocupado ilegalmente por Marruecos) la clasificación para octavos de final del Mundial de Brasil de la selección de Argelia, país amigo para los saharauis y sobre el que se encuentran los campamentos de refugiados de Tindouf, lugar al que huyeron desde el Sáhara Occidental ante la invasión militar de éste por parte de Marruecos a finales de 1975.
Esta foto, en la que aparece escondido Mahmud y de rodillas para no ser visto por la policía que se hallaba en las azoteas colindantes cuando sacase su cámara por la ventana, se la hice meses antes de su detención. Atardecía en El Aaiún y estábamos a la espera de que comenzase una manifestación saharaui anunciada para aquella tarde. Fueron 12 horas junto a él, había que llegar con mucha antelación a la zona para evitar ser vistos por la policía marroquí y salir de ella mucho después para no poner en peligro a la familia que nos había dado cobijo en su azotea.
Su poco de español, mi poco de árabe y nuestras ganas de ser eco del pueblo saharaui fueron los ingredientes de unas horas en las que me enseñó de periodismo, lucha, dignidad y valor a partes iguales. Fue el único de los saharauis que cubrieron aquella tarde la manifestación que aceptó que le acompañase. Su único temor era ser visto y mandar al silencio informativo aquella demostración de lucha pacífica.
España desde ayer, y durante dos años, ocupa asiento en el Consejo de Seguridad de la ONU, seguro que se pondrá manos a la obra para evitar estas situaciones y exigir a Marruecos aclarar y responsabilizarse de tanto atropello de derechos humanos…
Sirva como metáfora mi primera foto del 2015. Una instantánea de rodillas y escondido, como el pueblo saharaui se niega a estar. Una foto que va por él, por el periodismo libre, pero, especialmente, por el pueblo saharaui y los presos políticos que pagan las consecuencias de no querer arrodillarse ante un imperio que masacra y cuenta con la colaboración de la comunidad internacional.

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